Lucía Díaz Castán, médica osteópata de HuescaLa osteopatía es una medicina manual creada por el doctor americano Andrew Taylor Still en 1872 basada en la creencia de que el cuerpo humano funciona como una unidad. Su objetivo es mejorar la estructura músculo-esquelética. La médica osteópata Lucía Díaz Castán, que recientemente ofreció una charla en el Aula Marro de Huesca, se dedica principalmente a la osteopatía articular, aunque también existe la craneal y la visceral.
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HUESCA.- Explica que esta especialidad no está reconocida en España (a excepción de algunas Comunidades Autónomas como el País Vasco), a pesar de sus múltiples beneficios tanto para el paciente como para el sistema sanitario.
"Es una especialidad que se ubica entre la traumatología y la rehabilitación. Se trata de curar con las manos como se ha hecho toda la vida, sólo que ahora con más conocimientos, sobre todo de anatomía y fisiología", explica la doctora, para agregar que en el resto de Europa la osteopatía es muy conocida, sobre todo en Francia, donde el paciente paga la factura y la Seguridad Social le reembolsa el 80 por ciento.
La osteopatía está indicada, según Díaz Castán, para pacientes de todas las edades con dolor articular, contracturas, tendinitis, lumbalgias o cervicalgias, entre otras afecciones. También está recomendada para enfermedades como la osteoporosis, la artrosis o la artritis reumatoide, pues contribuye a mejorar el movimiento y la flexibilidad de las articulaciones y a aliviar el dolor. También existen excepciones, como las personas que sufren de inflamación, fracturas o metástasis.
La médica señala que una de sus principales ventajas es su efecto rápido. "Evita muchas bajas laborales, pues en la mayoría de los casos el dolor desaparece a los tres días, y también evita tomar antiinflamatorios", subraya Castán, quien comenta que el perfil de los pacientes que atiende en su consulta de Huesca es en su mayoría de autónomos que precisan de una rápida recuperación.
Este tratamiento, que no sólo consiste en "hacer crujir los huesos y dar masajes", sino también en estiramientos y otras técnicas, no suele ocasionar efectos negativos, aunque Lucía Díaz Castán incide en que es necesario formarse y estar titulado en medicina, pues comenta que existe "mucho intrusismo" en la profesión. "Hay que ser prudente, pues si se hace algún movimiento brusco se puede llegar a romper el hueso".
Lucía Castán asegura que una sesión de media hora, además de aliviar el dolor, mejora mucho el humor de los pacientes. "Se habla mucho y hay gente que llora, otros ríen... se tocan muchos nervios y cuando se levantan de la camilla notan como que flotan. Es un tratamiento muy global".